Capítulo 1: Primer día de trabajo



El día amanecía lento, cómo si el sol no tuviera prisa en asomar por las primeras nubes de invierno. El reloj sonó poco después de que Mikel despertara, así que le pillo en la ducha y no pudo apagarlo. La ducha fue rápida y caliente. Cuando salió después  del último chorro de agua, se paró frente al espejo y se observó. De su cabello, negro azabache, goteaban finas gotas de agua hacia sus ojos, azules como el mar. La barba comenzaba a crecerle, tapándole un precioso lunar que tenía en la mejilla izquierda. Sus labios, carnosos y rosados, estaban decorados por un piercing de aro el lado derecho del labio inferior. Se pasó la mano por la cara, de forma alargada, y pensó que, para su primera entrevista de trabajo, debería afeitarse. Observó que el tatuaje en forma de luna que llevaba en el pectoral derecho parecía brillar, y le daba un toque muy sexy a su moreno y delgado cuerpo. Se echó colonia, se afeitó, y secó los restos de agua que no se habían secado solos.

Cuando acabó de vestirse y asearse, (se puso su mejor traje), salió disparado hacia la empresa donde tenía la entrevista de trabajo. De camino, tubo que pasar por casa de Mario y rezó porque este no le viera, pues siempre que lo hacía, le paraba para hablar un rato, y no es que le molestará, pero cuando tenía prisa no se quería entretener en nada, pero una vez mas, el destino estuvo contra él, y al pasar por la puerta del apartamento de Mario, se lo encontró sacando la basura. Se dio la vuelta y con una gran sonrisa grito:
-¡Mikel!-este llego a su lado y le saludo con una abrazo- que casualidad encontrarte hoy por aquí. Pasa, tengo que contarte una cosa muy importante.
El mundo se le vino encima, no se podía entretener y menos el día de la entrevista. Se miró el reloj y vio que aun le quedaba más de medio hora. ¿Cómo había mirado el reloj de su casa para ver que llegaba tarde?
-Esta bien, pero rápido, no quiero llegar tarde-dijo un poco seco.
-¿Tarde?-pregunto Mario levantando las cejas.
-Si, tengo una entrevista de trabajo-que bien le sonaba decirlo-y no quiero joderla el primer día.
-Si, si, tranquilo, no tardaré mucho, pero es que es muy importante, si no lo fuera, no te pararía sabiendo que tienes una entrevista.
Tenía razón. Cuando Mario decía que tenía algo importante que contar, nunca era mentira, siempre era algo importante, así que conforme iban subiendo al primer piso, donde vivía Mario, los nervios de Mikel fueron creciendo poco a poco.
Cuando entraron a la casa Mikel quedó, como siempre, maravillado con los grandes paneles de cristal que daban al patio y la enorme piscina del edificio. La casa era bastante grande y a la vez acogedora, fue un regalo de Manuel a Mario cuando hicieron 5 años de pareja. Mikel les envidiaba un poco tenían todo lo que él quería, una casa, amor, felicidad…
-Bueno días Mikel- saludo Manuel, agradable como siempre.
-Buenos días Manu-respondió Mikel con un apretón de manos-me ha dicho Mario que tiene algo importante que decirme…
-Si-sonrió- queríamos que fueras el primero en saberlo-Mario se puso a su lado y enseño la mano con un precioso anillo de plata decorándole un dedo-nos vamos a casar-dijo Manuel besando tiernamente a Mario.
Los ojos de Mikel se llenaron de lágrimas. No se lo podía creer, Mario siempre había querido aquello, una boda, y ahora por fin lo tenía. Su mejor amigo, era feliz por primera en mucho tiempo.
No se pudo contener y llorando de felicidad se abalanzó sobre sus amigos y les dio un  fuerte abrazo. Ellos a su vez le abrazaron también fuertemente y Mikel noto que ambos lloraban de felicidad. Mikel fue a hablar, pero la puerta le interrumpió.
-Yo voy-dijo Manuel.
Mikel y Mario se pusieron a cuchichear mientras Manuel se dirigía a la puerta. Estaba muy feliz por sus amigos, pero poco antes de que Manuel abriera la puerta tubo un mal presentimiento, que no tardó poco en cumplirse.
En cuanto Manuel abrió un poco, la puerta le propinó un fuerte golpe en la nariz haciéndole sangrar. Mikel y Mario se levantaron rápidamente y fueron a su lado.
Por la puerta entraron tres encapuchados con pistolas en las manos y bolsas de un tono verde oscuro. Uno de ellos les apunto con la pistola y le señaló que se pusieran delante de los grandes ventanales. Mikel estaba agarrado a Mario y ambos temblaban. Manuel por su parte estaba un poco más adelante que ellos. 
Uno de los encapuchados se metió en las habitaciones y el otro se fue de la casa llamado por teléfono. Mikel observó que el encapuchado que quedaba con ellos rebuscando por el salón olisqueaba el aire y miraba hacia la cocina. La botella de butano estaba conectada a la cocina y desprendía un leve olor a gas.
Lo siguiente pasó muy rápido. Manuel se abalanzó sobre el encapuchado, arrebatándole la pistola, los otros dos encapuchados aparecieron de nuevo alertados por el grito de su compañero. El que se había ido apuntó a Manuel con su arma y sin pensárselo dos veces disparó. La bala atravesó de lado a lado a Manuel por el corazón e inmediatamente este calló al suelo con los ojos mirando al infinito y un “te quiero”, que se quedó en silencio eternamente atrapado en sus labios. Otro de los encapuchados disparó, pero estaba vez la bala dio en la botella de butano que había en la cocina.  La explosión llegó en cuanto la bala la tocó. Los encapuchados intentaron huir, en vano y Mikel y Mario salieron disparados hacia atrás atravesando los grandes cristales y cayendo fuertemente en la piscina. 

2 comentarios:

Dulce dijo...

Creo que te he dicho más de una vez que me encanta lo que escribes y cómo lo haces, pero te lo repito: ME ENCANTA!! :D
Un besazo,guapo!

Vanessa Purnama dijo...
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